La devoción de mis nietos por El rey león o La patrulla canina prueba que los animales siguen siendo unos protagonistas válidos para la ficción. Sin embargo en el mundo de los adultos hace tiempo que desaparecieron las fábulas. No será porque hayamos superado la etapa en la que recibíamos lecciones del reino animal. Nacido como un arrebato de admiración hacia el coyote de los dibujos animados, siempre ingenioso y perseverante pese a la hostilidad de los guionistas, Homenaje al Coyote es una incursión un tanto nostálgica en el género; usando el verso como manda su canon, lo que no está de más advertir.
Conocer los personajes de Homenaje al coyote
Personajes Destacados
EL COYOTE
por supuesto.
EL COCODRILO
ése que tantas veces has visto lanzarse al agua en pos de Tarzán, para ser frustrado una y otra vez por la parcialidad del guión.
DOS LEMMINGS
roedores de Noruega, que un día se ponen en marcha por millares detrás de un líder. Tal vez no les convenga adónde los lleva.
LA CIGARRA Y LA HORMIGA
a través de La Fontaine conocemos bien su historia. Pero, ¿seguro que la cigarra no tenía otros recursos?
DOS LEUCOCITOS
patrullando por la sangre les incumbe detectar y suprimir a los agentes nocivos infiltrados en el organismo. El exceso de celo puede conducir a alguna confusión trágica.
UN ÁRBOL
aficionado a la música, que se viene arriba impulsado por la propia majestad
UN LOBO
que vuelve de cazar bajo la luna, acariciado por la brisa libre y los aromas del monte. Quizá en su plenitud haya olvidado la maldición que pesa sobre él.
Te recomiendo Homenaje al coyote si
Recuerdas con simpatía aquellas historias de cuando eras pequeño, sobre el burro flautista o la zorra y las uvas.
En vez de ofenderte que a los humanos nos comparen con animales, piensas que no somos un buen ejemplo para ellos.
Aunque no te apasione el verso, puede apetecerte un poco de ritmo y de sonoridad.
No te recomiendo Homenaje al coyote si
Se te ha subido a la cabeza eso de ser el rey de la creación.
Te alegrabas de que el correcaminos saliera de rositas, sin pensar en lo insustancial que era.
Los animales sólo te gustan asados o en peletería.